Compré este libro porque me lo recomendó Chusé Raúl Usón en el pasado Día del Libro de Zaragoza. De Raul me fío porque es un escritor y editor aragonés con valor. Una vez más, su editorial Xordica me acerca a una lectura muy recomendable.
El original, “The little indians”, según leo, fue editado en 2003. Sherman Alexie, su autor, es un indio norteamericano nacido hace cuatro décadas. Ha publicado unos cuantos relatos, poemas, novelas y guiones cinematográficos. Incluso ha dirigido una película y ha ganado premios importantes.
En “Diez pequeños indios” encontramos nueve (no diez) relatos con un nexo en común. En cada historia los personajes son diferentes. Pero todos son indios de los Estados Unidos de América. En concreto, de Seattle, lugar lluvioso y habitualmente gris, donde viven alejados de la tierra y de las reservas donde hoy confinan a las tribus indígenas. O lo que queda de ellas.
No es un libro, pues, de cabezas cortadas, aullidos en las praderas o batallas contra los vaqueros. Sherman Alexie escribe acontecimientos cotidianos de indios actuales. Indios curiosos, que lloran mucho, con un sentido del humor digno de mención, alcoholizados o entusiasmados por la literatura, deportistas o pasados de rosca. Las narraciones te enganchan, son originales, están escritas con un ritmo ágil y ameno, divertido y cautivador. Me gusta. Hay muchos diálogos y acción en todas sus páginas.
Las vidas de estos indios no son fáciles. Pero se las toman como un chiste, cuando pueden. Cada indio, cada india, tiene una reflexión que compartir, un objetivo que conseguir, un anhelo que respirar: la universitaria busca a un poeta de su tribu (los spokane) del que nunca había oido charrar; el abogado nos acerca a las cenas y partidos de basket de las clases altas estadounidenses; una mujer nos abruma ante la necesitad de un cambio explosivo en su vida; un bebé que renace nos aleja del dolor; una conversación con un taxista etíope ayuda a un hombre a valorar lo que tiene; un adolescente muy reflexivo nos muestra sus intimidades mientras se hace mayor junto a su progresista madre; la evolución de una pareja nos enseña la importancia de la confianza y el amor verdadero; un vagabundo lucha por recuperar de una casa de empeños el viejo vestido de su abuela; y un extraordinario jugador de baloncesto nos muestra la íntima relación entre el deporte y sus padres.
Un libro estupendo que se disfruta y se lee con alegría. Os lo recomiendo.
