Democracia, proceso constituyente, municipalismo, confluencia, transparencia, generosidad, participación directa, sentido común, desobediencia…. De todo esto y mucho más se charró el jueves 23 de octubre de 2014 en esta sesión de formación y debate que organizó Podemos Zaragoza y que contó con la intervención de Emmanuel Rodríguez del Observatorio Metropolitano de Madrid, autores del libro “La apuesta municipalista”.
El municipalismo ha sido un asunto central en todos los procesos de democracia real en el estado español. El municipio es la institución de gobierno más cercana a la ciudadanía, donde “gobernantes y gobernados pueden llegar a coincidir en las mismas personas”, como apuntó Emmanuel.
El municipio siempre ha estado en el centro de los procesos de transformación. Algunos pensadores, como Pi i Margall o Fernando Garrido, plantearon la construcción de un estado federalista, con los municipios como base, de abajo arriba, para ir creando asociaciones de municipios, una federación a nivel español y una confederación europea. El movimiento obrero, básicamente anarquista, planteó el sindicato (la colectividad) y el municipio como ejes para la revolución libertaria.
La dictadura franquista casi extinguió el municipalismo y construyó un estado de arriba abajo, fascista. A partir de la Transición, el movimiento vecinal es un elemento central en la construcción de la nueva democracia y hasta en la Constitución de 1978 se recoge, aunque de forma tenue, la autonomía municipal en algunos servicios, así como la capacidad de federarse y de tener recursos suficientes para desarrollar sus competencias.
La democracia local se ve limitada por razones políticas (el movimiento vecinal languidece) y económicas (necesidad de búsqueda de recursos relacionados con el ladrillo). Los municipios se convierten en “prolongaciones a nivel local de los bloques de poder, las oligarquías de promotoras, constructoras, cajas de ahorros y grandes bancos”, señalaba Emmanuel.
En los últimos tiempos se han ido retirando competencias a los municipios, así como impidiendo el principio de autonomía (con el aviso de que quieren imponer el pago de la deuda municipal). Así, la casta política y sus redes clientelares se ha impuesto en las ciudades.
A partir de esta introducción, se abrió un debate en torno a las elecciones municipales y autonómicas de mayo de 2015, hacia las que están surgiendo distintas apuestas municipalistas, con tres condiciones según Emmanuel: “Todos los candidatos tienen que ser elegidos directamente por la ciudadanía, todo lo que se haga tiene que ser lo más transparente e inclusivo posible y hay una parte que no entrará en la institución, son fenómenos de activación ciudadana”.
Ese nuevo municipalismo, como proceso de profundización democrática, coge diversos nombres: Guanyem, Ganemos, Sí Se Puede, Marea Atlántica, Cidade Común…. Pero no todas son apuestas municipalistas para Emmanuel. “Si entendemos la confluencia como confluencia de organizaciones políticas, eso no es una candidatura municipalista. Una candidatura municipalista es de confluencia de la gente, pertenezca o no a organizaciones políticas o movimientos sociales”, apunta incidiendo en las confluencias desde abajo, independientemente de su nombre,
En la tertulia participaron varias de las 65 personas que acudieron al acto y en las que se debatió sobre auditoría de la deuda, Podemos, municipalización de servicios, Ganemos Zaragoza, oportunismo, desborde, funcionariado, participación ciudadana,… intervenciones que os animamos a escuchar en la grabación completa de estas 2 horas de formación.
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