Lo hemos dicho y repetido un millón de veces. Parece que tenemos que seguir con las mismas razones.
El pantano de Biscarrués es una barbaridad y un despropósito, se mire por donde se mire. Debe descartarse definitivamente, más allá de los demenciales propósitos del Par y el PSOE, socios del Gobierno de Aragón, y la presión de los sindicatos de regantes más anclados en el pasado.
¿Quieren un informe de impacto ambiental? ¡¡Si ya lo tienen!! Recogemos un parrafico de un reciente comunicado de Ecologistas en Acción donde se esclarece la cuestión:
El Informe técnico emitido por el CEDEX (Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas) dependiente del Ministerio de Fomento, sobre el proyecto del embalse de Biscarrués, es bastante claro sobre lo que debería ser el futuro de este proyecto, al recoger en su conclusión final que “considera que el proyecto debería desestimarse por presentar impactos ambientales críticos, no estar adecuadamente justificado, carecer de una verdadera evaluación de alternativas y no demostrarse razonadamente que salvaguarde los intereses generales desde una perspectiva global e integrada”.
Gracias a la belleza y al respeto por el río Gállego en la zona de los Mallos de Riglos, muchos jóvenes y familias aragonesas pueden vivir de empresas de turismo rural, deportes de aventura y excursiones en la naturaleza.
En defensa del territorio, de nuestros ríos y paisajes, pero también de la vertebración de Aragón, del medio rural y de un desarrollo equilibrado y no destructor, digamos ¡No al pantano de Biscarrués!
